Además de la magnífica actuación en el clásico ante Racing, el portero fue decisivo en algunos tramos en los que al Rojo se le venía el agua en la Copa y a partir de la seguridad que entrega, se puso la piedra basal de este camino que parece de rosas.
Elástico, seguro, arrojado, Hilario tiene el fisique do roll de los grandes arqueros … y también es un buen actor cuando de enfriar los partidos se trata.
Es decir, maneja todo el pentagrama.
Su carrera es curiosa.
Apenas superó los 50 partidos en el fútbol argentino jugando para tres clubes grandes diferentes: Racing, San Lorenzo e Independiente.
Nació en Corrientes pero su vida futbolística empezó en Paraguay, donde defendió los arcos de Guaraní y Cerro Porteño.
La gente de Racing lo vio cuando vino con Cerro a jugar alguna copa y casi termina yendo a River.
Algunas lesiones lo alejaron de las canchas, pero cuando retomó la plenitud volvió a ser un factor desequilibrante.
Algunos señalan a Peratta como el gran portero nacional, otros a Carrizo. En la Selección están Romero y Andújar, pero para mi el mejor arquero del país es Hilario Navarro.
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