miércoles, 20 de octubre de 2010

LA NOCHE DESGRACIADA (Argentina 0 - Colombia 5)

Allá por los años 50, durante nueve temporadas consecutivas el goleador del torneo colombiano fue un futbolista argentino.
En Colombia jugaron, por ejemplo, Adolfo Pedernera y Alfredo Di Stéfano, integrando aquel Ballet Azul de Millonarios.
Sin dudas, los argentinos en las cálidas tierras cafeteras hicieron historia y por sobre todo hicieron escuela.

El fútbol colombiano miró siempre al fútbol argentino con el respeto reverencial con el que un buen alumno mira a un buen profesor.
Los partidos entre las dos selecciones, por lo general, terminaban en goleadas argentinas.

Pero llegó el 5 de septiembre de 1993. Y allí la historia explotó por los aires.

Ese 1993 que políticamente se había iniciado con la división de Checoslovaquia, vibró con la detención en Palermo, Italia, de Salvatore Riina, capo mafia buscado por la policía durante 23 años y se conmovió en el Reino Unido con el secuestro y posterior asesinato de un niño de dos años a manos de un niño de diez.

Ese año que tembló cuando Mónica Seles fue atacada por la espalda con un cuchillo en medio de un partido en Alemania, que temió lo peor cuando Estados Unidos atacó con misiles a la ciudad de Bagdad y se sorprendió con el estreno mundial de la película Jurassic Park de Steven Spielberg.
Todo eso había sucedido en 1993 hasta que llegó aquel 5 de septiembre.

El fútbol se hizo un hueco para saltar a los títulares de miles de diarios. La Selección Colombia visitó el estadio Monumental para jugar con Argentina en la última fecha de las Eliminatorias para el Mundial de Estados Unidos.
El equipo de Maturana salió al campo con Oscar Córdoba; Herrera, Perea, Mendoza y Wilson Pérez; Gabriel Gómez, Leonel Alvarez, el Pibe Valderrama y Rincón; el Tino Asprilla y el Tren Valencia.

La Argentina de Basile formó con Goycochea; Saldaña, Borelli, Ruggeri y Altamirano; Zapata, Redondo, Simeone y Leo Rodríguez; Medina Bello y Batistuta.

En las tribunas, Maradona y 70.000 personas más.
En la cancha, 40 minutos de poco y nada, con Argentina jugando mejor pero sin concretar.
A los 41 minutos llegó el gol de Freddy Rincón y se escuchó el clásico murmullo del disgusto.

Pero recién en el segundo tiempo, llegaría lo impensado.
Primero, el Tino Asprilla, luego otra vez Rincón, nuevamente Asprilla y por último el Tren Valencia gritaron sus históricos goles ante la incredulidad del mundo.

Argentina 0 – Colombia 5, marcaba el tablero electrónico.

Y fue así nomás. Los alumnos le daban al maestro una bofetada dolorosa.
Algunos argentinos en las tribunas aplaudieron a Colombia, otros le rogaron a Diego el regreso, otros se fueron a sus casas sin creer lo que habían visto sus ojos.

Después llegó el famoso programa de Neustadt, el show de Sanfilippo contra el bueno de Goyco, la aparición de Bilardo ...

El propio Goycochea le puso años después un manto de humor al episodio. Dijo que menos mal que el partido del 5-0 se había jugado el día 5, porque si se hubiese jugado el día 8...

Punto y aparte hubo en la Selección después de la derrota más dura de la historia, junto al 6-1 ante Checoslovaquia en el Mundial de Suecia y el 6-1 que vendría en La Paz.

A partir de allí, Basile consensuó el regreso de Diego y la inclusión de nuevos jugadores para enfrentar en el repechaje a Australia.

Pero ese día quedó en la historia del fútbol.
5 de septiembre de 1993.
El día que nos pisó un Tren ... un resultado sin Tino ...para llorar como un Pibe .... o balearse en un Rincón.



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