martes, 31 de agosto de 2010

UNA JOYA DE LA RADIOFONÍA

No bien el brasileño Romualdo Arpi Filho hizo sonar su silbato para dar por terminada la final de México ’86, en uno de los puestos de transmisión del estadio Azteca estaba Víctor Hugo Morales.
Por Radio Argentina se pudo escuchar …


“¡Argentina campeón del mundo! ¡Argentina campeón del mundo!, Argentina tres, Alemania dos.

Quisiera irme a la cancha para abrazarme con cada argentino. Para abrazarme como si estuvieran los isleros del Delta, los sabaleros de Santa Fe, los hacheros del Chaco, los petroleros de Comodoro, los cañaduzales de Tucumán…

Quisiera abrazarme con cada uno, con todos esos argentinos que ahora se meten en la cancha para el grito más fuerte y más grande, en la más grande victoria deportiva de todos los tiempos.

Argentina ha derrotado a Alemania por tres goles a dos, por segunda vez consecutiva Alemania pierde la final del campeonato del mundo.

Ahí están en el círculo central, abrazándose, festejando y esperando por la copa. Increíblemente Argentina alcanza el campeonato mundial. Un campeonato que ya es festejo.

Ya sé que nadie, absolutamente nadie me puede estar escuchando en la Córdoba de José Luis Cucciuffo y de Oscar Ruggeri. Festejo en el Cú-Cú de Carlos Paz. Allá en Corral de Bustos, pueblo gringo que dio para el fútbol a Oscar Ruggeri como antes a Nicolau. El Barrio La France, el barrio de Cucciuffo. Y San Martín, los clubes Huracán y Peñarol. Pienso otro poco en Córdoba y pienso entonces en Cosquín.

Y ahora aparecen láminas brillantes que caen desde todos los sectores del estadio Azteca para hacer más brillante todavía el triunfo de Argentina.

Y mientras tanto pienso en Tucumán, en Tafí del Valle, en Luces, en Aguilares, en Tafí Viejo. Dénme una mano, escríbanme nombres de provincias porque no quiero dejar a ninguna afuera de este festejo.

Ahí están los alemanes, con ganas de llorar alguno de ellos, sin consuelo.

Y allá están los argentinos en el círculo central. Ya están de torso desnudo mientras pienso en la Santiago del Estero de Andrés Chazzarreta, en la Salta de los Balderrama. ¡¿Ustedes se imaginan lo que se va a chupar y cantar esta noche en lo de Balderrama?!

¡Qué linda que va a ser la noche en la Quebrada de San Lorenzo!

Y vuelvo otra vez a la cancha y miro a los jugadores. Los he perdido a algunos de ellos. Tratan de proteger a Maradona, tratan de proteger a los jugadores de la euforia, del júbilo.

Pienso en la Quebrada de Humahuaca en Jujuy, en la Laguna de Yala, la más alta de la Argentina … y pienso en La Quiaca, desde La Quiaca hasta Ushuaia el grito de todos los argentinos.

Pasando por La Rioja, pasando por Chilecito, rebotando en Catamarca, en la Cuesta del Portezuelo de Polo Giménez, ¿se acuerdan? … un pueblito aquí, y otro más allá.

¡Y es un argentino aquí y otro más allá y un abrazo laaaaargo que no termina nunca, Polo!

Y aquí está en andas Oscar Ruggeri, y aquí está el festejo de todos los argentinos presentes en el estadio Azteca.

Pienso en Corrientes, en Mercedes, en Paso de la Patria.

Pienso en Esquina de donde vienen los Maradona.

Pienso en San Juan, pienso en el viento Zonda gritándole al mundo allá arriba de los Andes … ¡Argentina es campeón del mundo!

Gente de Caucete, vamos a la calle a festejar. Gente de San Luis y de Villa Mercedes.

Pienso en la ¡calle angosta, calle angosta!, qué lindo, Zabalita viejo.

Mendoza y San Martín y Godoy Cruz. Las Cuevas, los carriles mendocinos y las acequias, que son acequias de un país campeón del mundo. Y me da por pensar en el Víctor Legrotaglie, en uno de los grandes del fútbol mendocino.

Y voy a Formosa y voy a Misiones, y me meto en los yerbatales, y me tomo un mate glorioso y paso por Entre Ríos … ¿te acordás Carlos Mastronardi? … un abrazo fresco de los ríos te recuerda.

Paso por Concordia, por Concepción, por Gualeguay, el pueblo de Burruchaga, por Gualeguaychú, por Paraná.

Son argentinos que se mueven ahora en el cesped del estadio Azteca, de una manera que impide reconocer a los jugadores. Creo que es Enrique el que está siendo paseado en andas.

Pienso en el chupín que se van a comer los pescadores de Santa Fe, pienso en el festejo allá por el puente colgante.

Pienso en La Pampa, en Santa Rosa, en General Pico, en Río Negro, el Alto Valle. Morfo una manzana y sigo. Y sigo y me meto en la línea sur, siempre con tanta pena y tanta pobreza, y hoy seguramente con tanta alegría.

Y reboto en Neuquén, ¡que tal amigos de LU5 de Neuquén! … y en Santa Cruz, Caleta Olivia, Comodoro Rivadavia, me doy un baño en la playa Rada Tilly. Salgo corriendo pa’ Chubut y pa’ Trelew y voy hasta el Territorio Nacional de la Tierra del Fuego, y voy hasta Ushuaia … ¿dónde es que había empezado?

Y allá está Diego Armando Maradona.

Y si en Las Malvinas supieran qué lindo, qué lindo muchachos kelper que es poderse sentir campeones del mundo, más ganas tendrían de ser la nueva provincia.

Allí están los argentinos ahora. ¡Van a dar la vuelta olímpica! ¡Van a dar la vuelta olímpica según el movimiento inverso a las agujas del reloj! Pero todavía no pueden arrancar porque hay demasiada gente en la cancha. Están esperando para entregar la copa.

Argentina es el campeón mundial de 1986.

Yo sé que nadie me está escuchando país, yo sé que todos han salido a festejar, yo sé que todos son gritos, son abrazos, que de los livings salieron como disparados por las escaleras porque el ascensor demoraba mucho. Y salieron a la calle …y ¿a quién abrazo? ¡al que venga! Ahí está el abrazo fuerte en todas las calles. Y salen corriendo, porque “vamos pal’ Obelisco que se junta mucha gente”. Y salen corriendo, en un auto, en lo que se pueda, algunos van directamente a pie, una señora que pierde a la chancleta “vení nena por favor vení, no te me pierdas, vení para acá”.

Y todos corriendo para el Obelisco … y el grito fuerte que permite el fútbol, que permite el deporte en su hora más gloriosa”.


Y siguió Víctor Hugo narrando lo que sus ojos veían, su mente elaboraba y su voz y su pasión nos dibujaba.


Y mientras lo escuchábamos sabíamos que, indudablemente, estábamos frente a una pieza de colección de la radiofonía mundial.

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