Confirmado: la culpa no era de Carlos Ischia.
La debacle futbolística de Boca no es de ahora. Es como ese dolor de muelas que primero molesta, después perturba y luego se hace certeza.
Hasta que un día no queda otra que ir al dentista.
Los dirigentes de Boca echaron y volvieron a echar a Carlos Ischia porque creyeron que al calvo amigo de Bianchi le temblaba el torno.
Fueron por el propio Bianchi y luego por el avezado Basile.
Suponían que el dolor de muelas se curaba con una voz aguardentosa que te motive.
Pero tanto en la odontología como en el fútbol, nadie cura hilvanando vocablos inteligentemente.
Ni siquiera la inyección psicológica del Coco ha modificado la apatía de este plantel, que muestra más enconos que gambetas.
Lo escribió claramente Alejandro Dolina: “más vale perder en un equipo de amigos que ganar compartiendo equipo con indeseables”.
Luego del baile futbolero que le dio Vélez el miércoles, Basile rompió el silencio stampa y dijo: “mi equipo se construye alrededor de Riquelme”.
Excelente idea, salvo por un detalle. Si no hay plan B, el concepto se diluye.
Si Riquelme solo aporta alguna luz espaciada en estos días, hay que buscar otro enchufe para conectar el equipo.
Sea como fuere, éste Boca de Basile, por lo general, vacila.
Lo último: a Basile y a Maradona los unió el amor durante mucho tiempo.
Y ahora, viendo a sus equipos en la cancha … los une el espanto.
La debacle futbolística de Boca no es de ahora. Es como ese dolor de muelas que primero molesta, después perturba y luego se hace certeza.
Hasta que un día no queda otra que ir al dentista.
Los dirigentes de Boca echaron y volvieron a echar a Carlos Ischia porque creyeron que al calvo amigo de Bianchi le temblaba el torno.
Fueron por el propio Bianchi y luego por el avezado Basile.
Suponían que el dolor de muelas se curaba con una voz aguardentosa que te motive.
Pero tanto en la odontología como en el fútbol, nadie cura hilvanando vocablos inteligentemente.
Ni siquiera la inyección psicológica del Coco ha modificado la apatía de este plantel, que muestra más enconos que gambetas.
Lo escribió claramente Alejandro Dolina: “más vale perder en un equipo de amigos que ganar compartiendo equipo con indeseables”.
Luego del baile futbolero que le dio Vélez el miércoles, Basile rompió el silencio stampa y dijo: “mi equipo se construye alrededor de Riquelme”.
Excelente idea, salvo por un detalle. Si no hay plan B, el concepto se diluye.
Si Riquelme solo aporta alguna luz espaciada en estos días, hay que buscar otro enchufe para conectar el equipo.
Sea como fuere, éste Boca de Basile, por lo general, vacila.
Lo último: a Basile y a Maradona los unió el amor durante mucho tiempo.
Y ahora, viendo a sus equipos en la cancha … los une el espanto.
Columna de Marcelo Mármol De Moura en "Autos Continental" el 19 de septiembre de 2009.
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