Pero me alcanzaron 15 minutos para sospechar que el Indiecito Solari dio un gran paso hacia la Selección al venir a jugar al fútbol argentino, que es un fútbol que exige y que saca a los jugadores de esa ociosidad de ganar dinero a paladas en Europa jugando tres partidos por semestre.
Acá va a tener continuidad, va a agarrar ritmo, va a ser protagonista.
No dependerá ni de sistemas ni de que se lesione alguna de las figuras del plantel abundante de idiomas del Inter.
En los pocos minutos que jugó ya mostró que tiene calidad, que no perdió esa prestancia para correr por la cancha, ni la justeza para entregar un pase al pie o al espacio.
¿Qué parece cadencioso, lento? ¡por favor!.
A aquellos que quieren ver correr sin parar y a gran velocidad les recomiendo que vayan al autódromo. Este es un juego bastante más complejo que los 100 metros llanos.
A aquellos que quieren ver correr sin parar y a gran velocidad les recomiendo que vayan al autódromo. Este es un juego bastante más complejo que los 100 metros llanos.
El fútbol argentino tiene muchas miserias pero, a la vez, unas cuantas cualidades. Una de ellas es entregar chances para resurrecciones futboleras.
Y este va a ser un caso testigo.
No falta mucho. Un poco de paciencia. Ya se va a escuchar brotar desde la hinchada de San Lorenzo el canto impostergable:
"Borom bom bom, borom bom bom, para Solari, la Selección".
Marcelo Mármol De Moura
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