domingo, 17 de agosto de 2008

EL NARIGON DEL SIGLO

Hablar con Carlos Bilardo es toda una experiencia. Uno sabe por donde va a empezar, pero nunca por donde va a terminar la charla.
Dialogamos con el técnico campeón en México ‘86 para conocer sus sentimientos más allá del fútbol, si es que eso se puede lograr alguna vez con Bilardo.



- ¿Cómo era el niño Carlos Bilardo? ¿Qué recuerda de su infancia?
- Recuerdo los primeros días que fui a la escuela primaria, tenía 6 años. Yo iba a una escuela que estaba frente a la cancha de Argentinos Juniors. A esa edad comencé a ir a la cancha, me cruzaba de la escuela e iba. Mi madre me llevaba a San Lorenzo de Almagro dos veces por semana, allí hacíamos física, jugábamos un poco a la pelota.
Siempre en el mismo barrio, Juan B. Justo y Boyacá, siempre parando en ese café, aunque al principio sin poder entrar.
Cuando tenía 17 años entré al café por primera vez, llegó la policía y me llevó. Entre el juez y mi padre me mataron, me pegaron con un fierro. En ese café, que tenía mala fama, había parado mi abuelo y después mi padre. Siempre había algún problema ahí.

- ¿Cuál fue el gol que más gritó en su vida?
- Uno que le hice a Platense, uno que hice de zurda, el primero y creo que el único. Perdíamos 3-1 y en la cancha de Boca con un jugador menos ganamos 4-3. Luego le ganamos a Racing y ese Estudiantes de Zubeldía salió campeón por primera vez.

- ¿Cuántos videos de fútbol tiene y cuál sería el último del que se desprendería?- Y más o menos debe haber 6.100, por ahí. Lo estamos pasando a CD.
Hay muchos lindos. Tener a Simeone y a Ruggeri con 15 años, a Russo, a Ruggeri, a Brown, a Patricio Hernández. Esos videos son valiosos. Hay videos en que están jugando y también en los aeropuertos. Yo siempre andaba con la cámara filmando, primero con una Súper 8 y después lo pasé todo a video.

- ¿Fue positiva su incursión en la política queriendo ser presidente?- Para mí sí, para mi familia no. Yo quise y me metí, me metí como loco. Estuve un año y medio. Fue el primer partido político del siglo, eh. Lo presentamos a la 1 de la mañana del primer día del 2000, en una confitería que está en Suipacha y Corrientes.
Estábamos bien, estábamos muy bien. Pero tuve que gastar muchísima plata, porque todo el que se te acerca te dice ‘yo te apoyo, sí ...’ y yo no quería condicionamientos.

- ¿Por qué se automarginó?
- Porque se acabó el dinero. Para ser presidente hay que haber tenido otro cargo antes, tener dinero para poder trabajar, sino no se mueve nadie.

- ¿Con qué personaje de la historia le hubiese gustado tomar un café?- De los que me quedan, Mandela.

- ¿Y con quién pudo?- Pude hablar con muchos presidentes, con Khadafi. Me hubiese gustado hablar con Mandela porque quería saber por qué Mandela y Khadafi dicen ‘Africa para los africanos’. Por el lado de Khadafi lo sé, por el lado de Mandela no.
Conocí a la Madre Teresa en Calcuta, estuvimos hablando casi una hora. Y mucha gente a la que uno se fue arrimando. Uno de los grandes personajes de Argentina fue el profesor Bernardo Houssay, Leloir, con toda esa gente fuera de serie pude hablar.

- ¿Cuál fue el motivo de su última lágrima?
- Cuando llegué a Sevilla la segunda vez. Me llamaron luego de la primera vez que había estado con Maradona y Simeone, y yo le decía que no. No podía porque el club estaba mal. Y esa noche lloré, delante de todos los jugadores entre los que estaba Matías Almeyda. Lloré porque a mí me habían ayudado mucho los jugadores del Sevilla y los periodistas en mi primera etapa. Eso me dolió muchísimo.

- ¿Qué es el amor en su vida?
- El amor es la gente que uno tiene y quiere. El amor que tengo por mi esposa, por mi hija, por mi nieto que tiene 5 años. Ahora cuando me voy afuera extraño, antes no, pero ahora quiero estar con ellos. En momentos difíciles - difíciles están ellos.
Hay grandes personajes que tienen detrás de ellos a mil o dos mil personas por día, y después queda sólo la familia.

- ¿Qué cosas extrafutbolísticas lo atraen?
- A mí me atrae ver fútbol. Y me atrae estar en el hospital. Voy mucho al Otamendi, al Diagnóstico. Me encanta la vida del hospital, me enloquece.

- ¿Y qué hace en los hospitales?
- Y hablo con los muchachos, quiero decir con los médicos, ellos me dicen que vaya a ver algunos casos lindos para analizar. Bueno, lindos para analizar es una forma de decir. Vieron cuando un médico dice ‘fue una operación bárbara’ ... bárbara para vos que la hacés, para el enferno no es bárbara.
Hablo con ellos, me quedo en la guardia.

- En la guardia le deben preguntar más de fútbol que de apéndices ...- Sí, generalmente enseguida me conocen y nos ponemos a hablar de fútbol.

-¿Cuál es su lugar en el mundo?
- Mi casa, yo en casa estoy bien.

- Y, tiene 6.000 videos para ver ...
- Sí (risas) ... Ahora los tengo desparramados, porque lo estamos pasando a CD.

- Cuando viaja y tiene que llenar un formulario, ¿qué pone? ¿futbolista, técnico, médico, periodista?
- Esta bien esa pregunta. Es según a donde voy. Si voy a Italia, me conviene poner director técnico de fútbol, porque ellos ven y ¡mamita!. Usted pisa Italia, pisa España o Alemania o Francia, y enseguida fútbol.
Cuando voy a Estados Unidos, pongo doctor.
Y según al país que vaya, pongo doctor, técnico o a veces empresario.

-¿Quién es Carlos Bilardo? Imaginemos un diccionario. Carlos Bilardo dos puntos. ¿Usted qué pone?- Un hombre que nació en un barrio, le fue muy bien en el estudio, se recibió de médico, jugó al fútbol, llegó en un club como Estudiantes de La Plata a ser campeón, luego le tocó dirigir a la selección Nacional, salió campeón, salió subcampeón... y que hizo y dijo lo que quiso. No le debo nada a nadie, no le debo ningún favor a nadie.

Carlos Salvador Bilardo, un personaje que hizo y dijo lo que quiso. Siempre.
El Narigón del siglo.

Marcelo Mármol De Moura
(Extracto de la nota realizada en el programa La Barra de Víctor Hugo de Radio Continental).

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