lunes, 25 de julio de 2011

TAN LEJOS DE LA NUESTRA

Forlán brilló cuando debía, ni antes ni después.
Luis Suárez es un crack hecho y derecho.
Tabárez es un maestro de voz calma y convicciones fortalecidas.
Muslera es un gran arquero, Maximiliano Pereira es uno de los grandes laterales del mundo, Lugano el jefe ... pero yo me rindo ante el jugador menos carismático: me emociona ver jugar a Egidio Arévalo Ríos.
Corre, sabe, mete, juega, asiste, contagia.

En verdad, emociona tener una selección así. Tan lejos de la nuestra.
Una selección moderna que vive en Europa pero juega en equipo.
Esta selección uruguaya echó por tierra con el verso de que no se puede trabajar con los jugadores tan lejos. Claro que se puede.

La comparación es inevitable.
Uruguay no tiene un Messi, pero Argentina no tiene un Luis Suárez, un Forlán, un Maxi Pereira, un Alvaro Pereira, un Diego Pérez ... y Mascherano ya no es Arévalo Ríos.
El último Lugano que tuvimos pasea sus restos por la televisión haciendo proselitismo para que el señor Vila se  adueñe del fútbol.
Así estamos. Y así está Uruguay.

Habría que empezar a escuchar. A Tabárez, por ejemplo, o a Markarian. Y dejar un poco de lado los espejitos de colores de la nuestra.

Veo jugar a Uruguay tan serio, tan concentrado, tan equipo ... y me acuerdo de que aquí seguimos hablando de mirar el arco de enfrente y del "tiqui-tiqui".

Uruguay tiene 3 millones de habitantes, Argentina 40 millones.
Desde 1979 hasta aquí, la Asociación Uruguaya de Fútbol tuvo 13 presidentes. La AFA, uno.

Y me permito esta frase desafortunada y exagerada.
En un partido imaginario, 3 millones de seres pensantes le ganan por goleada a 40 millones de boludos.

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