Algunas explicaciones hay para desentramar el por qué del karma de esta selección.
El primer punto a analizar es el de los jugadores.
O no se llevan bien jugando juntos o no son lo que creemos que son. Y ya es hora de desvanecer el tema de que no tienen tiempo de trabajo: el promedio de partidos internacionales de los 11 que entraron ayer a la cancha es de 47 por jugador. Muchísimas veces han jugado juntos y han entrenado juntos.
El "no hay tiempo para trabajar" es un verso hecho y derecho para justificar las derrotas y los malos desempeños.
A otro perro con ese hueso.
Y el segundo punto para tener en cuenta es la génesis, el origen de todo: Grondona.
Grondona y Bilardo, Grondona y Maradona, Grondona y Batista.
Hace y deshace mal.
Para muestra sobra un botón: Tevez estaba afuera de toda consideración y hoy es titular a rajatabla.
¿Qué cambió en un par de semanas, Batista?
No tiene respuesta, como tampoco la tendrá para explicar cómo juega Gago, por qué la insistencia con Zanetti, y el irrisorio ideal de jugar como el Barcelona.
Esta selección se parece al Barcelona ... pero a la revista Barcelona, porque da risa.
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