El conflicto Maradona-Riquelme se convirtió desde su nacimiento en una telenovela de la una de la tarde.
A Maradona no se le dice que NO. A Riquelme no se le dice que NO.
Bajo estas premisas se desató el escándalo, un escándalo mediático que tendría que haber sido solucionado de una manera bien distinta.
Pero ya está, los planetas se hicieron mil pedazos y de nada sirve decir cómo deberían haber actuado los personajes de esta historieta.
Lo cierto es que ya es demasiado tarde para lágrimas.
SE EQUIVOCÓ RIQUELME
En no creerse uno más, aunque futbolísticamente no lo sea.
Se equivocó Riquelme en no contestar las llamadas del técnico de la selección y se equivocó en privilegiar su bienestar por encima del bienestar del seleccionado. Tuvo la posibilidad de luchar desde adentro y eligió cruzar de vereda.
SE EQUIVOCÓ MARADONAEn dejarse llevar por los nefastos periodistas amigos que lo rodean y que lo invitaron a un programa entre gallos y medianoche para hacerlo decir cosas que debió guardarse.
Se equivocó en no saber cómo tratar a un jugador de carácter especial como Riquelme, con frases desafortunadas como “Mascherano y diez más”.
Riquelme, tan especial como es, necesita que lo mimen y no que le tiren indirectas.
EL FUTURO
Maradona debería alejarse un tiempo de los micrófonos y de los correveidiles con micrófonos que lo rodean. Debería llamarse a silencio porque cada cosa que dice puede generar un escándalo.
No es de alguien que se toma su tiempo para pensar las cosas decir que “ahora la 10 es de Montenegro”. Mal estamos si esa es la solución.
Ruggeri, Humberto Grondona, Bilardo, Fillol, Julio Grondona, Batista y ahora Riquelme.
Son demasiados problemas para un ciclo que recién comienza.
Marcelo Mármol De Moura
A Maradona no se le dice que NO. A Riquelme no se le dice que NO.
Bajo estas premisas se desató el escándalo, un escándalo mediático que tendría que haber sido solucionado de una manera bien distinta.
Pero ya está, los planetas se hicieron mil pedazos y de nada sirve decir cómo deberían haber actuado los personajes de esta historieta.
Lo cierto es que ya es demasiado tarde para lágrimas.
SE EQUIVOCÓ RIQUELME
En no creerse uno más, aunque futbolísticamente no lo sea.
Se equivocó Riquelme en no contestar las llamadas del técnico de la selección y se equivocó en privilegiar su bienestar por encima del bienestar del seleccionado. Tuvo la posibilidad de luchar desde adentro y eligió cruzar de vereda.
SE EQUIVOCÓ MARADONAEn dejarse llevar por los nefastos periodistas amigos que lo rodean y que lo invitaron a un programa entre gallos y medianoche para hacerlo decir cosas que debió guardarse.
Se equivocó en no saber cómo tratar a un jugador de carácter especial como Riquelme, con frases desafortunadas como “Mascherano y diez más”.
Riquelme, tan especial como es, necesita que lo mimen y no que le tiren indirectas.
EL FUTURO
Maradona debería alejarse un tiempo de los micrófonos y de los correveidiles con micrófonos que lo rodean. Debería llamarse a silencio porque cada cosa que dice puede generar un escándalo.
No es de alguien que se toma su tiempo para pensar las cosas decir que “ahora la 10 es de Montenegro”. Mal estamos si esa es la solución.
Ruggeri, Humberto Grondona, Bilardo, Fillol, Julio Grondona, Batista y ahora Riquelme.
Son demasiados problemas para un ciclo que recién comienza.
Marcelo Mármol De Moura
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