martes, 12 de abril de 2011

MATÍAS ALMEYDA, OTRA HISTORIA DE PELÍCULA

Si la vida futbolística de Martín Palermo es de película, también lo es la de Matías Almeyda.


APUNTES PARA EL GUIÓN

* Debutó en Primera el 21 de febrero de 1992, en el partido River 2 – Unión 1.
En su primer torneo (Clausura 92), sólo jugó en la primera fecha y en la última.

* Marcó un gol decisivo para River en las semifinales de la Copa Libertadores 96 ante Universidad de Chile.
Ganaría la Copa con un extraordinario equipo que tenía a Francescoli, Crespo, Ortega, Gallardo, Sorín, Astrada …

* En 1997 fue transferido al Sevilla de España, en la cifra récord de 9 millones de dólares.
Para su presentación acudieron al estadio Ramón Sánchez Pizjuán 12.000 personas.
“Creían que habían traído a un Maradona o a un goleador. En ese instante comprendí que no iba a ser lo que ellos buscaban. Después del cuarto partido, me insultaban esos 12 mil más otros 12 mil más otros 12 mil”.

* Luego pasó a la Lazio, con la que ganó 6 títulos.
Después jugó en el Parma (ganó la Copa Italia) y en el Inter.

* En el 99 fue elegido el mejor jugador del campeonato italiano.

* En 2004 entrenó en Independiente e iba a firmar el contrato, pero su padre apareció en una lista como posible secuestrado, le pusieron custodia y se fue al Brescia.

* Jugó la Copa Libertadores para Quilmes en 2005. Ese año anunció su retiro.

* En 2007, jugó algunos partidos en el Lyn de Oslo (Noruega).

* En 2009 jugó junto al Beto Acosta en Fénix, de la Primera C: 4 partidos, 2 tarjetas rojas.

* Se dedicó al showbol, junto a Maradona.

* En un partido de veteranos, Francescoli le dijo “te veo para jugar en Primera todavía”. Y lo hizo saber en el club.

* A los 35 años, volvió a River … después de 4 años casi sin actividad.

* En esos 4 años de ostracismo sufrió ataques de pánico y la pasó muy mal.
“Arranqué disfrutando por dejar el fútbol. Eso me duró seis meses. Iba al campo, en Azul, lunes y miércoles; y los demás días estaba sentadito, sin hacer nada. Llevaba a mis hijas al colegio, volvía y me acostaba; me levantaba al mediodía para traerlas a comer, las volvía a dejar y me tiraba otra vez. En un momento empecé con los ataques de pánico y hasta sentí que me moría”.

* Cuando terminó el Clausura 2010, el técnico Cappa le dio a entender que no lo tenía en sus planes.
Pero Matías se quedó y rindió de manera extraordinaria.

* A los 37, la hinchada de River lo pide para la Selección.

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