sábado, 5 de marzo de 2011

DOS POR CUATRO … FÚTBOL

Piantáte de la cancha, dejále el puesto a otro
de puro patadura estás siempre en orsay;
jamás cachás pelota, la vas de figurita
y no servís siquiera para patear un hands”.

Así comienza el tango “Patadura”, que canta para siempre Carlos Gardel.

El gotán y el fóbal son las pasiones populares del porteño.
Y como tales, se han mezclado en canchas y arrabales.

Hay muchos tangos que hablan de fútbol, pero podemos imaginar que muchos de los que no lo hacen … sí lo hacen.

Llega el partido esperado y el crack está lesionado, entonces aparece …
“La tarde gris, tan gris como tu ausencia”.

Cuando tu equipo gana 1-0 …
“En la plateada esfera del reloj las horas que agonizan se niegan a pasar”.

Algún goleador de muchas noches tardías, también podría tener su estrofa …
“Fueron años de cercos y glicinas
de una vida en orsay y el tiempo loco.
Tu frente triste de pensar la vida
tiraba madrugadas por los ojos”.

O algún hincha de Racing, en esos más de 30 años sin campeonatos, pudo haber gritado …
“No, no puede ser que viva así, con este amor clavado en mi, como una maldición”.

A algunos entrenadores les cabe perfecto …
 “Cargarás también tu cruz
cuando sepas que tenés
mucho humo y poca luz
farolito de papel”.

Los de Newell’s y los de Colón también tienen tango.
 “Yo no sé
si fue el negro de mis penas
o fue el rojo de tus venas
mi sangría”.


Y hasta la publicidad parece tener su cita.
 “Cruel en el cartel,
la propaganda manda cruel en el cartel,
y en el fetiche de un afiche de papel,
se vende una ilusión, se rifa el corazón”.

O las llamadas “botineras” …
“Che, madam que parlás en francés
y tirás ventolín a dos manos,
que cenás con champán bien frappé…
Sos un biscuit de pestañas muy arqueadas,
muñeca brava, bien cotizada”.


Y por supuesto, que hay letras para los jugadores.

Para el Charro Moreno pudo haberse escrito …
“Sobre el fino garabato, de un tango nervioso y lerdo, se irá borrando el recuerdo”.

Para Ortega …
“Un poco de recuerdo y sinsabor, gotea su rezongo lerdo”.

Para Houseman …
“Loco, loco, loco,
cuando anochezca en tu porteña soledad,
por la ribera de tu sábana vendré
con un poema y un trombón
a desvelarte el corazón”.

Para Corbatta …
“En mil estaños nocheros
y en escolazos de madrugadas
palmé una vida, casi vacía,
y hoy que hago cuentas no tengo nada”.

Palermo
“Por una cabeza, todas las locuras”.

Para el Coco Basile, cuando dirigía a la selección.
“Y aquel titiritero, de voz aguardentosa nos daba la función”.

Para Maradona después del 0-4 ante Alemania, para Basile después del 0-5 ante Colombia o para Bilardo después del 0-1 ante Camerún.
“Estás desorientao y no sabés
que trole hay que tomar para seguir.
Y en ese desencuentro con la fe,
querés cruzar el mar y no podés”·.

Para Obdulio Varela.
“Yunta oscura trotando en la noche,
latigazo de alarde burlón”


El tango y el fútbol parecen no tocarse, pero lo hacen.
A veces a la vista de todos.
Y otras, en la oscuridad de algún zaguán.



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