miércoles, 2 de marzo de 2011

CARLOS DÍAZ SÁENZ VALIENTE, LAS ANDANZAS DE PATURUZÚ

Carlos Enrique Díaz Sáenz Valiente fue un deportista que se destacó en tres disciplinas muy distintas y que alcanzó a subirse a un podio olímpico. Un multideportista que triunfó en tiro, automovilismo y también practicó la aviación.

El hombre de los tres apellidos nació en la ciudad de Mar del Plata en 1918 y rápidamente comenzó su desarrollo en el deporte.
El gran amor fue el tiro, donde llegó a ser un especialista en la prueba de silueta olímpica.
A tanto alcanzó su destaque, que en 1947 se consagró campeón mundial individual y en 1949 alcanzó el título por equipos.
No finalizó allí su periplo. Participó de los Juegos Olímpicos de Londres y alcanzó la gloria al ganar la medalla plateada.
También sería representante panamericano en las ediciones de 1951 y 1955, donde ganaría cuatro medallas, dos de oro y dos de plata.

Pero su pasión inicial había sido el automovilismo.
Corrió en Turismo Carretera con el seudónimo de Patoruzú.
Participó del Gran Premio del Sur en 1939, una carrera de Buenos Aires a Chile y regreso, de 7.200 kilómetros de recorrido. Antes de esa carrera, le surgieron inconvenientes personales por lo que declaró: "Gano la primera etapa y me vuelvo porque tengo cosas que solucionar en Buenos Aires".
Dicho y hecho. Ganó la etapa y se volvió.

Díaz Sáenz Valiente marcó a fuego su nombre en el deporte motor, ya que fue el primer piloto argentino en la historia en superar los 200 kilómetros por hora en la Vuelta de Tres Arroyos. Marcó ese día el récord mundial de velocidad en ruta abierta, al señalar con su Ferrari 234 kilómetros por hora.
Además, fue campeón en 1954 de la categoría Sport, a la par que se iniciaba en un nuevo hobby: la aviación.
Volando junto a Carlos Bellocq realizó un raid por 14 provincias, lo que fue un verdadero suceso de la época.

El 14 de febrero de 1956, Carlos Enrique Díaz Sáenz Valiente murió en su ley, sufriendo en Córdoba un accidente aéreo que acabó con su vida a los 38 años.
Habían pasado grandes victorias, increíbles aventuras y cumbres olímpicas.
Ya había guardado su nombre en el recuerdo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario